ARCHÉ
Arché es un entrenamiento. Un entrenamiento para dar a conocer capacidades escondidas o que se camuflan entre el conocimiento y la duda, entre el antes y el después. El conocimiento y la experiencia como modalidad para des-aprender y así invocar a re-inventar y re-pensar, la cosa y el yo en relación al todo. En Arché se presenta cada parte del cuerpo como igual a cada parte del espacio y los objetos. Todo es material a usar en continúa afirmación. Es un entrenamiento no sólo de los músculos, incluido el cerebro, del estudio como observación y generador de creación – y mientras se atraviesan los paréntesis que quedan aglutinados entre las paredes de ideas preconcebidas y la liberación del sujeto.
Arché es un trabajo que necesita de la puesta en escena para activarse, como un programa de ordenador en el que se introducen las variables y coordenadas del mundo tal y como se ve y se siente, para alborotar sus resultados aleatoriamente, y acabar en un puzzle con imágenes inesperadas. Es una coreografía que se coreografía según se escribe y se baila.
*Arché es una palabra que se usaba en filosofía antigua para denominar el origen o la raíz de las cosas que existen. Aristóteles puso en primer plano el significado de arché como elemento o principio de una cosa, aunque indemostrable e intangible al principio, acaba produciendo las condiciones que posibilitan esa cosa.