Workshop

Este taller de creación se asienta en diferentes técnicas de trabajo actoral  desarrolladas por Eugenio Barba en el Odin Teatret, proponiendo una investigación propia basada en los principios de la antropología teatral y en los principios del teatro laboratorio. La antropología teatral es un término acuñado por Barba para elaborar una serie de técnicas actorales (influidas por las artes escénicas orientales) que buscan unir el cuerpo y la mente del actor. En el taller trabajaremos sobre el nivel pre-expresivo de la actuación y sobre la creación las partituras de acciones físicas para buscar un cuerpo extracotidiano, presente y profundamente vivo.

 

Partiendo de esta base técnica y teórica realizaremos un trabajo de creación, lo que nos ayudara a comprender como se articulan estos conceptos en el trabajo específico del actor.

 

Este taller propone trabajar con diferentes estrategias que potencien el pensamiento creativo o pensamiento divergente del intérprete desarrollando su capacidad de generar ideas o conceptos a partir de asociaciones con el objetivo de producir material escénico propio. Partiendo del imaginario colectivo pero rehuyendo de lo obvio y a lo predecible para profundizar en un concepto dado. Trabajaremos sobre la idea de lo monstruo.

 

En este taller se plantea investigar con el cuerpo dejando que aparezca la palabra, trabajando en torno a todo lo que nos sugiere el monstruo y la alteridad como concepto. Una paradoja entre lo objetivo y subjetivo que existe en la percepción de la misma.

 

Según la R.A.E:

Monstruo, monstrua

      1. Ser que tiene alguna anormalidad impropia del orden natural y es de apariencia temible.
        «Polifemo era un monstruo con un solo ojo en el centro de la frente; Frankenstein es un monstruo imaginado por Mary Shelley; en muchos cuentos infantiles el monstruo encarna la maldad».
      2. Nombre masculino y femenino despectivo. Persona o cosa muy fea.
      3. Despectivo Persona muy cruel y perversa, que causa gran dolor físico o moral.
      4. Persona de cualidades positivas extraordinarias.

 

En las estructuras míticas clásicas, los monstruos aparecen como entes insertos en una ecología de las posibilidades míticas, dentro de un amplio Jardín de las Delicias (El Bosco), en el que no existen identidades exactas o puras. Los monstruos clásicos cumplen una función ética de restauración creadora, un papel positivo en el ordenamiento comunicativo del mundo mítico (así sucede en casi todas las culturas no occidentales). El mundo occidental antiguo y casi todos los demás universos culturales comparten esta visión ética del monstruo renovador. La modernidad es creadora por excelencia de monstruos. Hereda la distinción entre las correcciones y las disidencias: las mujeres sabias convertidas en brujas, la locura, la enfermedad y el sadismo.

 

Mediante estas versiones de lo monstruoso, el imaginario colectivo es capaz de rescatar el poder identitario de la diferencia, diferencia negada en la renovación de los escasos y pobres límites de la subjetividad contemporánea. Como mito fundacional, el monstruo moderno renueva la mismidad, en detrimento de cualquier faz de lo distinto.

 

Trabajaremos desde el cuerpo con la excusa creativa del monstruo y lo monstruoso. Este concepto motiva a hacer una revisión de los distintos significados que pueden extraerse desde nuestra contemporaneidad. Partiendo del término y de su definición, abordando el referente cultural y mitológico, y profundizando más allá del imaginario colectivo para encontrar una reinterpretación personal de la alteridad, la identidad y el miedo.

 

DESTINATARIOS

El taller está dirigido a actores y bailarines profesionales, así como a estudiantes de artes escénicas.