ELLA MUERE AL FINAL

Ella muere al final, podría resumirse como cinco cuadros que plantean, a veces de forma inconexa, relaciones entre cuerpo y género desde el punto de vista de una construcción sociocultural de un sistema occidental, capitalista y predominantemente pop, enfrentado al cuerpo intimo.

La obra propone una reflexión que se sirve de la ironía, para mostrar como invalidas las lecturas basadas en el estereotipo mercantilista al que se relega el cuerpo de la mujer en la sociedad contemporánea. La pieza se propone replantear el paradigma del cuerpo femenino (su lectura, sus usos y el mercantilismo entorno a el) y presentarlo como un signo auto-referencial repropiado a través de la corporalidad especifica de la performance.